Hablemos de Tiempo de «Contagio» en Economía

Fotografía: Pixabay.com

Por Margaret Coaquira Velásquez, estudiante de la Universidad Nacional del Altiplano. Ganadora del Concurso Nacional de Ensayos de Impacto Económico y Social del Covid-19.

“No tengo miedo de caer enfermo, ¿Y de qué
tengo miedo? De todo lo que el contagio puede
cambiar. De descubrir que el andamiaje de la
civilización que conozco es un castillo de naipes. De
que todo se derrumbe, pero también de lo contrario:
de que el miedo pase en vano, sin dejar ningún
cambio tras sí.” (Giordano, 2020)

Introducción

No cabe duda que un inesperado y trágico evento como el estar frente a una pandemia trae consigo repercusiones, desde las más pequeñas y casi insignificantes hasta las más grandes que pueden inmiscuir al mundo entero. Un contexto donde el solo mencionar la palabra “pandemia” hace que el mundo tambalee. Y es que se puede resumir este extraordinario escenario en una sola expresión, “Covid-19”, un término oído cada vez con mayor frecuencia. Este acontecimiento de carácter mundial se despliega tan aceleradamente que las cifras de los perjudicados cambian minuto a minuto, pues la Organización Mundial de la Salud ya ha anunciado que el covid-19 ha infectado a más de un millón de personas alrededor del mundo.

Más allá de su dimensión en la salud pública, el covid-19 también representa una severa prueba de estrés económico. En el Perú, así como en otros países, hablar de “covid-19está significando hablar de un “problema” al cual se le tiene que dar una solución rápida, para que no cause un derrumbe a gran escala en el sentido económico. Ante esta situación, el gobierno peruano está implementando un bloqueo contundente para contener la pandemia, y es meritorio mencionar que al detener la interacción física humana se tiene un gran beneficio para la salud, ya que detiene el contagio y previene una presión adicional sobre un sistema de salud con sobrecarga. Pero, ¿Hasta qué escala puede ser eficiente, desde el punto de vista económico, este bloqueo? Por un lado, un bloqueo acarrea beneficios en cuanto a la salud de la sociedad. Por otro lado, un bloqueo daña la economía, debido a que obstaculiza ciertas actividades económicas mutuamente beneficiosas que en un escenario distinto podrían llevarse a cabo. 

Como ya más de uno habrá podido notar, se puede cristalizarel dilema entre obtener beneficios en la salud y “pagar” los costos en la economía. Sin embargo, no sería un problema enteramente dicotómico si es que el bloqueo no es duradero y estaría determinado por los beneficios marginales (de salud) y los costos (económicos). 

Se puede hablar de costos económicos haciendo referencia a las repercusiones financieras en las empresas y los mercados financieros, o el impacto directo en la producción, o la interrupción de la cadena de suministro y del mercado,o tal vez otros. Sin embargo, resulta apropiado analizar el tercer ítem, la interrupción en la cadena de suministro y del mercado, pues el covid-19 golpeó a las economías manufactureras más grandes del mundo y casi todas a la vez. Y no cabe duda que ello significa un impacto para la economía peruana.

Entonces, y ya sin mayorespreámbulos, en el siguiente apartado se analiza (1) las consecuencias del covid-19 en la cadena de suministros, (2) un tipo de “contagio” – para no desentonar con el coronavirus- de la cadena de suministro en torno a los gigantes manufactureros y (3) sus efectos en el Perú, por supuesto.

Desarrollo

Debemos confesar, antes de entrar de lleno a nuestro análisis, que nadie esperaba una pandemia de tal magnitud que llevó a cerrar por primera vez las fábricas chinas, pues las políticas de contención del covid-19 no podían estar ausentes en el epicentro de la infección. Pero, ¿Es acaso China el motor manufacturero mundial? No es el único, pero si el principal, pues los fabricantes de todo el mundo dependen fundamentalmente de los insumos chinos.

La interrupción industrial china ha golpeado a otros países a través de un tipo de “infección” en la cadena de suministro, sin embargo, ¿Es apropiado hablar sólo de una infección? ¿Qué hay acerca de una reinfección? Pues esta pandemia golpeó a las economías manufactureras más grandes del mundo, y casi a todas al mismo tiempo.

Primero echemos un vistazo a los principales países en la producción de manufactura y su participación mundial. Además de apreciar ello, mediante la Figura 1 se hace referencia a los casos de covid-19 en estas naciones.

Figura 1. Los 10 principales países fabricantes de manufactura (2015) y casos de covid-19 (31/03/2020) Fuente: (Baldwin, Supply chain contagion waves: Thinking ahead on manufacturing from the Covid-19 concussion, 2020)

No es una sorpresa ver la gradualidad de los principales países productores de manufactura, sin embargo, estos datos servirán para poder analizar la interrelación infecciosa de la cadena de suministro en tiempos del covid-19.

Hablemos de tres golpes

El sector manufacturero mundial está recibiendo un triple golpe al mismo tiempo. El primero se enmarca en las interrupciones directas en la producción, pues como señalan (Baldwin & Weider di Mauro, Economics in the time of Covid-19, 2020), la reacción humana frente al virus hace que se tomen medidas de contención avocadas a reducir la tasa de infección, como el bloqueo temporal de pocas o varias actividades económicas. Al mantener a los trabajadores alejados de su centro de trabajo, estas medidas reducen la producción. Cabe resaltar que estas medidas han estado presentes en el motor manufacturero mundial (Asia Oriental) es el epicentro de esta enfermedad y se están extendiendo a los otros grandes manufactureros industriales, como Alemania y Estados Unidos; lo que nos hace pensar en un tambaleo mundial.

El segundo golpe, se cristaliza a través de las interrupciones de la demanda. Para este análisis resulta necesario plantearse ¿Qué papel juegan las importaciones? Pues, en vista del primer golpe, el solo hecho de que un gran porcentaje de la PEA de un país perciba menos ingresos por no estar laborando como de costumbre, hace que el consumo también disminuya y por consiguiente las importaciones también decrezcan. Por otro lado, esta caída a su vez representa menores exportaciones y, por ende, menor demanda agregada para los socios comerciales de esta nación. He aquí una manera en que se puede cristalizar un choque en la demanda.

El tercer y primordial golpe lleva por nombre” importar para exportar”, éste se está dando a través del contagio de la cadena de suministro y las cadenas globales de valor (CGV) entran a tallar aquí, pues se habla de la exposición de algunas naciones ante los efectos manufactureros de otras naciones. Los efectos pueden ser directos o indirectos, según (Baldwin, Supply chain contagion waves: Thinking ahead on manufacturing from the Covid-19 concussion, 2020) un ejemplo de efecto directo se podría dar cuando se fabrica un Mini Cooper en Gran Bretaña, la compañía compra neumáticos de China, y el motor de Japón. Sin embargo, el motor japonés podría involucrar partes que provenían de China, por lo que el fabricante de Mini está expuesto indirectamente a cualquier interrupción en China a través de sus importaciones japonesas desde China. Esta es la exposición indirecta.

(Li, Meng, & Wang, 2019) ponen en manifiesto una especie de redes para poder comprender este tercer golpe, a través de la Figura 2 se observa que el comercio de los bienes intermedios cruza las fronteras internacionales más de una vez, es por esta razón el nombre del golpe.

Figura 2. Red de comercio de la cadena global de valor (2017) Fuente: (Li, Meng, & Wang, 2019)

Como ya más de uno habrá podido notar, frente al covid-19, existiría un tipo de “efecto dominó” en la cadena global de valor, dado que hay una gran dependencia e influencia de unas naciones con otras. Además de ello, fijémonos en el dominio de tres principales naciones, las cuales son Alemania, China y Estados Unidos; coincidentemente países en los cuales el covid-19 ha penetrado y frente a ello sus gobiernos han tomado medidas de contención radicales.

Hagamos hincapié en China, por ser el corazón manufacturero del mundo y el epicentro del covid-19, su gobierno ha tomado medidas que han obstaculizado ciertas actividades económicas inmiscuidas en la paralización de fábricas industriales. Lo que trae efectos de gran escala en cuanto a la producción manufacturera mundial, es decir, trae consigo una infección logística internacional, debido a que se afecta directa o indirectamente a los suministros para los sectores manufactureros de otros -y otros y otros- socios comerciales.

Pero, ¿Es este el único efecto? ¿Quiénes son los otros socios comerciales? Por casualidad, ¿No son otros grandes manufactureros? Entonces, ¿Qué otro efecto traería esta infección en la cadena de suministro? Se abre el siguiente tema y la palabra clave evoluciona, pues se pasa de una “infección” a una “reinfección”.

"Infección" y "Reinfección"

El contagio de primera ronda no es el final de la historia. Con China y sus esfuerzos por mitigar el covid-19, y poder controlar – al menos eso nos dicen los titulares- esta epidemia en sus fronteras, se ha abierto camino para poder recuperarse en un sentido médico y a medida que se relajan las políticas de contención, también parece estar recuperándose del estrés económico. Esto también debería significar un beneficio para la cadena de suministro a nivel mundial, dado que el corazón de la manufactura está emitiendo signos positivos.

Sin embargo, justo cuando esta nación se levanta, los estadounidenses y especialmente los europeos están haciendo esfuerzos para controlar la propagación del covid-19 en sus fronteras, lo que los lleva a optar por políticas muy parecidas a las que China eligió en primera instancia, es decir, bloqueos contundentes, como la inmovilización social y por ende disminución en gran medida de las actividades económicas, que dan lugar a los tres golpes en la cadena de suministro.

Entonces, ¿A qué nos enfrentamos ahora? En cierto sentido, el shock médico y, por ende, económico pasa de China a Europa y Estados Unidos. Lo que nos hace pensar que ahora la infección en la cadena de suministro se da de una manera inversa. El tercer golpe, por el lado de los suministros que se desprendió en China, pues cerraron las fábricas chinas, ahora está “reinfectando” al sector manufacturero de China, debido a que los insumos que importa desde Europa o Estados Unidos están siendo obstaculizados por las políticas restrictivas actuales en atención al covid- 19 por dichos países.

Aterricemos estos efectos en nuestro país, Perú

Día a día leemos y oímos sobre las medidas tomadas para frenar la expansión del covid-19 por el gobierno peruano -que por cierto en su mayoría han venido siendo acertadas y oportunas- considerando el débil sistema de salud y la dimensión cultural y conductual. Y es que no es un pecado creer que la economía peruana se verá grandemente afectada en diferentes ámbitos, pero vayamos a nuestro análisis ¿Qué efectos trae consigo la “infección” y “reinfección” de la cadena de suministros para el Perú?

Echemos un vistazo a las estadísticas, según el WITS (Word Integrated Trade Solution), China representa el 28% de nuestro comercio internacional, seguido por Estados Unidos con un 17% e India con un 5%. Se estuvo “sobrellevando” inicialmente la situación gracias al stock contemplado en las cadenas de suministros y algunos embarques ya puestos en ruta. Sin embargo, el panorama se hace cada vez más complejo, pues Estados Unidos empieza a poner en marcha políticas con mayores restricciones.

Es apropiado realizar este análisis por el lado de la manufactura primaria y también por el lado de la no primaria.

En cuanto a la manufactura primaria, incidamos en la minería e hidrocarburos, y es allí donde hablamos del primer y segundo golpe a la cadena de suministros, pues ante la caída en la producción y demanda agregada-primordialmente en China- el principal sector exportador peruano pagaría los “platos rotos”, hablamos del sector minero. Según el (Instituto Peruano de Economía, 2020), el 45% de las exportaciones mineras peruanas tienen como destino China y cerca del 70% de las exportaciones de cobre también se dirigen a este país. Por otro lado, el impacto del covid-19 ha tenido impacto en el precio del cobre y zinc, las expectativas de menor demanda han reducidos sus precios. Esta situación desincentiva la apertura de proyectos mineros y ello tendría efectos negativos en la inversión minera, principalmente en la inversión usada para la exploración, en el 2020 y posteriores años. Pongamos como ejemplo a Ferreyros S.A., que por cierto es el principal proveedor de maquinaria del sector minero, pues ha tenido una caída del 25% en sus importaciones en enero y febrero. He aquí una evidencia más de los golpes en la cadena de suministros.

De acuerdo a estas cifras, más de uno estará pensando que se pagarán las consecuencias con creces, pero no es del todo cierto, pues este impacto estaría parcialmente mitigado por contratos a futuro ya realizados con importadores chinos, el stock contemplado en las cadenas de suministros y algunos embarques ya puestos en ruta. Además, en lo que concierne al periodo de Estado de Emergencia peruano, el MEF ha eximido en gran parte a la actividad minera, ya que las unidades mineras podrían estar operando de manera continua, pero en una escala menor que habitualmente.

Desde otro ángulo, el covid-19 también tiene un fuerte impacto en los hidrocarburos, la Agencia Internacional de Energía ha pronosticado que la demanda mundial por petróleo tendrá un declive en el 2020, debido a la paralización del corazón manufacturero, China, que consume el 15% de petróleo mundial, ello sumado a la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia respecto a la cotización del petróleo, no hace más que desencadenar un agravio en la producción y exportación de petróleo en el Perú.

En cuanto a la manufactura no primaria, se ve afectada la producción de plástico. Aquí se observa el contagio en la cadena de suministros, la SNI (Sociedad Nacional de Industrias) informa que el principal insumo para la producción de plástico es la adquisición de plástico en su forma primaria. En enero y febrero se realizaron menores compras de este suministro, compras provenientes de China y Estados Unidos, de acuerdo con el (Instituto Peruano de Economía, 2020) se evidencia otro efecto en el descenso de importación de este producto en un 23%.

Desde otro punto de vista, la producción de productos metálicos, equipo y maquinaria, no goza de un eximio de las condiciones del estado de emergencia, pues no es un subsector productor de bienes y servicios de primera necesidad. Frente a ello también se vería afectado por el covid-19, además que desencadenaría un efecto negativo en el sector de construcción. Al llegar hasta este punto resulta apropiado dar una recomendación, una vez normalizada la situación y en pro de la dinamicidad de la economía, la inversión pública y privada debería incidir en el sector de la construcción, pudiendo así reactivar el subsector metal-mecánico.

Por último, el comercio tecnológico también se ve afectado. Solamente fijándonos en los productos tecnológicos más demandados, los celulares y televisores; de acuerdo al (Instituto Peruano de Economía, 2020), el 83% y 96% de estos productos, respectivamente, se importan desde China, y dada la coyuntura de ese país, estás cifras tendrían un efecto negativo. Palpemos sutilmente a las industrias farmacéuticas de nuestro país, éstas también podrían pasar por una afectación en su abastecimiento, pues según el (Instituto Peruano de Economía, 2020), las importaciones en enero y febrero de medicamentos se redujeron en un 12% respecto a los mismos meses del anterior año. Cabe resaltar la alentadora noticia que el gobierno dio disponiendo que los medicamentos e insumos médicos no paguen ningún tipo de arancel en el proceso de importación, mientras dure el estado de emergencia.

Habiendo llegado hasta este punto, más de uno se habrá podido dar cuenta que la “infección” y “reinfección” de la cadena de suministros está dejando secuelas que, sin duda alguna, representan un gran reto en la toma de decisiones de los gobiernos a nivel mundial.

Conclusiones

No se equivocaba cuando Alfred Marshall decía “La salud y la fortaleza física, espiritual y moral, son la base de la riqueza social; al mismo tiempo la importancia fundamental de la riqueza material radica en que si se administra sabiamente, aumenta la salud y la fortaleza física, espiritual y moral del género humano”. Pues, ante la llegada del covid-19 en agravio de la salud humana, las economías mundiales han tambaleado, y con ello las cadenas de suministros se han visto seriamente afectadas.

Ante las políticas de contención tomadas por muchos gobiernos para evitar la propagación del covid-19 en sus territorios, la cadena de suministros se ha visto afectada por un triple golpe al mismo tiempo que, sin duda alguna, trae consigo consecuencias a nivel mundial, pues los gigantes manufactureros están siendo los protagonistas. En ese sentido, se han planteado 3 golpes, el primero se da mediante la caída de producción, el segundo va de la mano con el descenso de la demanda agregada y el tercer golpe lleva por nombre” importar para exportar”; golpes que lamentablemente convergen en un “contagio” de la cadena de suministros.

Darse cuenta que existe una dependencia internacional de suministros en la producción de bienes y servicios, basta para comprender que se está produciendo un tipo de “infección” en la cadena de suministros, dado que los suministros pasan de país en país, lo que llamamos “importar para exportar”. En cierto sentido, el shock médico y, por ende, económico pasa de China a Europa y Estados Unidos, por lo que se infiere que ahora la infección en la cadena de suministro se da de una manera inversa, a lo que nombramos “reinfección”.

Finalmente, no es un pecado pensar que lo explicado líneas arriba trae consecuencias al Perú, pues las trae, tanto en la manufactura primaria con el sector minero e hidrocarburos, como en la manufactura no primaria con el subsector metal- mecánico. Sin más que añadir -por el momento- esperemos que nuestro gobierno tome decisiones acertadas y oportunas -como las viene haciendo- frente al impacto del covid-19.

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