Tendencias y desafíos para mitigar la crisis de inseguridad alimentaria en el Perú: un enfoque clave para la agenda 2030

Fotografía: Presidencia Peru

Por Sandra Fanny Labra Quispe, Ganadora del 3° Puesto del Concurso Internacional de Ensayos de APEECO. Estudiante de Ingeniería Económica de la Universidad Nacional del Altiplano.

Este ensayo busca analizar las tendencias y establecer desafíos para mitigar la crisis de inseguridad alimentaria agravado por el actual panorama de la COVID19 que afectó a más de 3.1 millones de personas, cuyo enfoque clave debe estar direccionado a la consecución del objetivo 2 del desarrollo sostenible el cual es; Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible en un marco establecido por la ONU (2015) para la ejecución de la agenda 2030. 

Los ODS son las principales herramientas y referentes para establecer políticas, planes, proyectos y programas de desarrollo nacional enfocados en 17 objetivos estratégicos los cuales están orientados hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental. El estudio se enfoca en el objetivo 2 del desarrollo sostenible que busca garantizar la seguridad alimentaria en el Perú a partir de sus 4 dimensiones tales como; la Disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficientes, Acceso alimentario entendida como la capacidad económica para acceder a los alimentos, Utilización de alimentos referida al nivel de bienestar nutricional y la Estabilidad referida a la permanencia de las tres dimensiones en el tiempo. 

Debido al papel central de la seguridad alimentaria en el Perú, resulta imprescindible establecer nuevas tendencias y desafíos para garantizar una economía y alimentación sustentable al 2030. Para ello la investigación se divide en tres partes: La primera que analiza la situación de hambruna y pobreza que vive el mundo y el Perú en un contexto actual del Covid19, que ha afectado a más de 820 millones de personas en el mundo y a más de 3.1 millones de peruanos situándose en la línea de la pobreza, ya que se ha evidenciado de que estos carecen de los medios económicos y físicos para procurarse de alimentos a causa del aislamiento social, la pérdida de ingresos y la subida moderada de los precios de los alimentos son algunos de los muchos factores que ha puesto al Perú en un estado de vulnerabilidad alimentaria. 

En la segunda sección se abordará las nuevas tendencias que enmarcan el panorama futuro de la seguridad alimentaria al 2030 y que escenarios posibles se prevén para la alimentación y agricultura sostenible, entre las tendencias a abarcar son pobreza, desigualdad e inseguridad alimentaria, conflictos, crisis y cambio climático, transformación y cambios en los sistemas alimentarios y finalmente nutrición y salud. Del mismo modo se abarca los desafíos que se deben establecer para garantizar las bases de una seguridad alimentaria sostenible.

La tercera sección presenta algunas conclusiones sobre las nuevas tendencias y desafíos que se deben establecer para mitigar la crisis de inseguridad alimentaria ya que estos son imprescindibles para garantizar una economía y desarrollo sostenible. Para ello es necesario una reestructuración, reformulación de prioridades en cuanto a políticas, planes, programas y proyectos de desarrollo que estén enfocados a garantizar el objetivo 2 de los ODS el cual es “hambre cero”. 

En este sentido, un “sistema alimentario sostenible es un sistema que garantiza la seguridad alimentaria y la nutrición para todas las personas de tal forma que no se ponga en riesgo las bases económicas, sociales y ambientales que permiten proporcionar seguridad alimentaria y nutrición  a las generaciones futuras”. HLPE (2017). 

Pero cabe mencionar que en un panorama actual del COVID19 este sistema alimentario sostenible enfrentará riesgos en el corto plazo y mediano plazo, ya que se evidencio en Latinoamérica que 37 millones de personas (6.1% de la población) están subalimentadas tales como Haití (49.3%), Venezuela (21.2%), Bolivia (17.1%), Nicaragua (17%), Guatemala (15.2%), Nicaragua (17%). En relación al número de personas con hambre en el Perú (3,1) millones de personas están subalimentadas y más de 16 millones caerán en la trampa de la pobreza extrema. FAO y CELAC (2020).

Los sistemas alimentarios y agrícolas de hoy, ¿son capaces de cubrir las necesidades de una población afectada por la actual crisis sanitaria del covid19? ¿Cuáles son esas tendencias?

Pese a los múltiples esfuerzos del estado para garantizar la seguridad alimentaria a través del ingreso básico de emergencia (IBE) a través de transferencias monetarias, entrega de canastas, los resultados no fueron nada alentadores. Ya que según Barcena y Berdegue (2020) resulta imprescindible establecer nuevos desafíos y metas que se concretice a través de acciones, planes, proyectos y programas de desarrollo alimentario hacia el 2030 para garantizar el bienestar económico y social de las poblaciones más vulnerables a sufrir inseguridad alimentaria, ya que los gobiernos han tomado medidas, pero son insuficientes y fragmentadas.

 

  • POBREZA, DESIGUALDAD E INSEGURIDAD ALIMENTARIA: FAO et al. (2019) a través del indicador de seguimiento del hambre FIES indicador (2.1.2.) de los ODS se corrobora de que más de 820 millones de personas padecen hambre, lo cual corresponde aproximadamente a una de cada nueve personas en el mundo, ya que solo en el 2018 en América del Sur la inseguridad alimentaria bordeaba el 5.5% y para el año 2019 se incrementó en 8.7% y para el año 2020 se prevé que estas cifras alcancen el 14%. Contrariamente (FAO, 2017, pág. 32)  manifiesta que no solo se deben considerar tendencias de inseguridad alimentaria, sino también deben considerarse tendencias como; la trampa de la pobreza y la desigualdad que se establece en los ingresos bajos y medios que incrementa la vulnerabilidad alimentaria, en tal sentido si estas tendencias persisten no será posible erradicar el hambre para el 2030. 
  • CONFLICTOS, CRISIS Y CAMBIO CLIMÁTICO: En un entorno de crisis sanitaria IPES-FOOD (2020) analiza los sistemas alimentarios y corrobora que este ha provocado una crisis economica y esta agravando rápidamente la actual crisis de seguridad alimentaria y nutrición, de manera que ha dejado al descubierto los riesgos, fragilidades y desigualdades en los sistemas alimentarios mundiales y los ha llevado al punto de ruptura, también afirmó que 820 millones de personas ya estaban desnutridas a nivel mundial, pero que a nivel de Perú esta cifra alcanzará a 3.1 millones de personas . Paralelamente (FAO, 2017, pág. 29) comparte la idea de que las crisis sanitarias afectan la seguridad alimentaria de forma negativa, los conflictos y el cambio climático coexisten cada vez más y por ende la fragilidad institucional y socioeconómica puede incrementar la crisis de inseguridad alimentaria en el Perú.
  • TRANSFORMACIÓN EN LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS: Tal como lo afirma FAO (2017) la crisis sanitaria que se vive actualmente ha traído una serie de transformaciones en los sistemas alimentarios tales como las variaciones en la demanda y oferta de los alimentos por medio de variaciones en el poder adquisitivo de las familias, ya que se ha evidenciado un aumento en el desempleo (8.1%) y según estimaciones de la CEPAL podría incrementarse en (11.5%), tambien el comercio internacional de alimentos se redujo en un 24.6%. Contrariamente FAO y UNITED-OHRLLS (2017) afirma que también se manifestaron cambios estructurales en el empleo ya que muchas actividades económicas fueron paralizadas y hubo una transición a retomar  actividades  agrícolas esto debido a la pandemia.

               Una evidencia clara de la transformacion en los sistemas alimentarios en un contexto de pre COVID19 fueron:

  • Menor oferta y abastecimiento de alimentos a las ciudades
  • Riesgo de menor producción agrícola 
  • Riesgo de aumentar el hambre por pobreza y pobreza extrema 
  • Incremento de déficit calórico en las áreas urbanas 
  • TENDENCIAS DE NUTRICIÓN Y SALUD: La tendencia actual del COVID19 se ha cobrado la vida de más de 25, 648 en el Perú y las cifras de contagios ya superaron los 498,555 casos. Según (FAO, 2017, pág. 33) afirma categóricamente que los problemas de desnutrición, obesidad y otros problemas de salud están estrechamente ligados al número de decesos ocasionados por la pandemia.  Paralelamente (Gonzalez et al., 2020) menciona que estos problemas de salud en parte se deben a la precaria alimentación que muchos peruanos enfrentan, ya que a pesar de que la producción agraria aumento, no hubo los medios de pago suficientes para demandarlos. 

¿Cuáles son los desafíos globales para garantizar una seguridad alimentaria sostenible enfocada a concretar la agenda del 2030?

La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. ONU y FAO (1996). En este sentido para garantizar esta seguridad alimentaria sostenible hacia el 2030 se deben establecer desafíos que permitan mejorar el Indice de Desarrollo Humano y promover una reactivación de las actividades escenciales para combatir el hambre.

Protección social para erradicar el hambre y todas las formas de malnutrición

Resulta fundamental erradicar la pobreza, ya que esto impide a los pobres escapar de la malnutrición, ya que estos reducen el IDH, minan la capacidad de los niños de aprender y vivir vidas productivas, sanas y felices y por ende debilita el potencial de un pais para desarrollarse económica y socialmente durante muchas generaciones. Braun, Swaminathan y Rosegrant (2004).    

Para erradicar el hambre y todas las formas de malnutrición al 2030, se debe invertir en las personas, para erradicar la pobreza y el hambre que ha generado el actual panorama del COVID19, esto básicamente enfocada a:

  • Protección social implementando subsidios al sector agrario y pecuario que motive a los agricultores rurales a intensificar la producción agrícola y pecuaria.
  • Mejorar el Sistema de Focalización de Hogares (SISFOH) y establecer programas de transferencias monetarias a las familias situadas en la linea de la pobreza y que están sujetas a una mayor vulnerabilidad alimentaria y todo esto debe tener un enfoque de inversión y no de coste permitiéndoles aumentar sus activos y a generar actividades económicamente productivas.

Cambios drásticos en las estructuras de trabajo y capital para erradicar la pobreza extrema y reducir la desigualdad

Para erradicar la pobreza extrema y reducir la desigualdad que genera una crisis alimentaria se precisa de un compromiso político total, una forma de pensar innovadora y cambios drásticos en la estructura y las relaciones entre trabajo y capital, entre los sectores agrícolas y no agrícolas, y entre los países de ingresos bajos y medianos y los de ingresos altos. Delgado (2020).

Para ello se pretende establecer una distribución más equitativa de los ingresos, que deberá lograrse por vías estratégicas diversas tales como:

  • Asistencia técnica directa e indirecta a productores y agricultores del sector rural para mejorar e incrementar la producción de alimentos inocuos que cubran las necesidades calóricas que se requieren para asegurar la calidad alimentaria.
  • El acceso más equitativo a los activos para las personas pobres y en especial los agricultores familiares, brindándoles diversas herramientas de mejora de productividad y coadyuvar  mediante incentivos económicos la intensificación de producción y empleo.

Transformar los sistemas alimentarios para que sean más eficientes, inclusivos y resilientes

Sistemas de producción agroecológica es garantizar sistemas de producción agrodiversos, resilientes, eficientes en el uso de la energía, socialmente justos, productivos y basados en estrategias de soberanía alimentaria (Altieri, 2001, pág. 2).

Entonces para garantizar una seguridad alimentaria sostenible hacia el 2030 y garantizar el cumplimiento del objetivo 2 de hambre cero se debe:

  • Establecer sistemas que fomenten la producción local mediante la agricultura familiar e integrar los procesos de innovación, se debe mitigar en lo posible el uso de insumos sintéticos (fertilizantes, plaguicidas) u otros transgénicos como hormonas y antibióticos en la producción agrícola.
  • Valorizar la producción a pequeña escala de agricultura familiar, promoviendo nuevas formas de suministro local de alimentos con un ordenamiento y logística adecuada. 

La agricultura orgánica es un sistema de agricultura que promueve la producción ambientalmente, socialmente y económicamente sólida para garantizar la seguridad alimentaria enfocada en una alimentación nutritiva y sostenible. (Dumani, 2007, pág. 2).

Entonces garantizar una seguridad alimentaria nutritiva que reduzca los índices de desnutrición deben estar enfocadas a:

  • La inserción de técnicas innovadoras tal como la tecnología que recopile con rapidez un gran volumen de nuevos datos sobre agricultura y recursos naturales en todos los campos abarcados por la Agenda 2030, desde la nutrición hasta la cubierta vegetal, desde el control de plagas hasta la gestión del agua, todo esto mediante el empleo de técnicas agrícolas amigables. 
  • Mejorar y cambiar los hábitos alimentarios, ello significa acceder a los alimentos inocuos que en su mayoría son productos orgánicos como frutas, verduras, menestras, tubérculos y cereales.

Garantizar una base sostenible de recursos naturales

Como consecuencia de la reciente y continua expansión, las tierras agrícolas y los recursos hídricos se están agotando. Para ello cualquier aumento en la producción agrícola tendrá que basarse principalmente en la conservación y el uso eficiente de los recursos naturales. (FAO, 2017, pág. 49). 

Para garantizar una seguridad alimentaria sostenible al 2030 se plantea:

  • Desarrollar entornos propicios con compromiso político decidido y constante, una gobernanza eficaz, la creación y movilización de capacidad y recursos suficientes enfocados en el Plan Nacional de Acción Ambiental Sostenible al 2030. 
  • Se debe difundir conocimientos y consideraciones generales para una seguridad alimentaria comunitaria que incluya oportunidades significativas para la sociedad civil, donde las inversiones entre los distintos sectores y niveles esté direccionada hacia una agroecología que permita proteger y mejorar los medios de vida rural y garantice el bienestar social.

Lograr un sistema de gobierno nacional coherente y efectivo

Lograr una seguridad alimentaria sostenible requiere:

  • Las nuevas políticas, planes y proyectos que el estado peruano establezca deben estar enfocadas a evitar los errores del pasado y direccionar los mecanismos de gobernanza hacia la inclusión de sectores más vulnerables a sufrir inseguridad alimentaria, para ello se debe establecer sinergias colectivas entre el gobierno, sectores y ministerios correspondientes para alcanzar objetivos comunes.
  • El gobierno debe mejorar los sistemas de asistencia alimentaria para un contexto de post- covid19, esto significa fortalecer los programas alimentarios como Comedores Populares, Qali Warma, Cuna Más y otros.

Conclusión

Identificar las tendencias actuales de la seguridad alimentaria en el Perú en un panorama de crisis sanitaria del Covid19, permite evaluar las debilidades, fragilidades y distorsiones ocasionados en los sistemas alimentarios. Tales como la pobreza, la desigualdad y la hambruna han afectado a más de 3.1 millones de peruanos, la crisis sanitaria ha reducido los ingresos y ha ocasionado una elevada tasa de desempleo situada en un 8.1%, el comercio internacional de alimentos se redujo en un 24.6%, los sistemas alimentarios han sufrido grandes transformaciones en la oferta y demanda de alimentos lo que propicio que la crisis de inseguridad alimentaria se agravara, las tendencias de salud y nutrición se agravaron debido a una inadecuada alimentación y bajas defensas lo cual se traduce en más de 25, 648 decesos.

Para superar estas tendencias negativas sobre inseguridad alimentaria y enfocar los esfuerzos hacia el cumplimiento del objetivo 2 del desarrollo sostenible, el cual es garantizar la seguridad alimentaria, resulta imprescindible establecer metas y desafíos,  tales como la aplicación de políticas de protección social a través de una eficiente focalización de hogares que garantice que las transferencias monetarias y subsidios estén dirigidas a personas vulnerables a sufrir inseguridad alimentaria y les permita mejorar e intensificar la actividad agraria y pecuaria, también se deben establecer cambios drásticos en las estructuras de trabajo y capital que estén enfocados a mitigar las desigualdades y generar oportunidades laborales en la agricultura intensiva para hacer frente a la trampa del ingreso medio, por otro lado se deben transformar los sistemas alimentarios para que sean más eficientes, inclusivos y resilientes a través de la agroecología y el desarrollo de agricultura sostenible y orgánica, también se deben establecer políticas para garantizar una base sostenible de recursos naturales que permitan asegurar la equidad intergeneracional y finalmente se debe lograr un sistema de gobierno nacional coherente y efectivo que garantice el bienestar de los sectores más vulnerables a sufrir inseguridad alimentaria.

Referencias

  • Altieri. (2001). Agroecologia: principios y estrategias para diseñar sistemas agrarios sustentables. ecosistemas: Revista cientifica de ecologia y medio ambiente, 1-8.
  • Barcena y Berdegue. (2020). Evitar una crisis alimentaria frente al COVIT-19: Acciones urgentes contra el hambre. Roma: Publicaciones de la FAO y la CEPAL.
  • Braun, Swaminathan y Rosegrant. (2004). Agricultura, seguridad alimentaria, nutricion y los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Instituto Internacional de Investigacion sobre politicas alimentarias, 1-16.
  • CELAC y FAO . (2020). Seguridad Alimentaria bajo la pandemia de Covit-19. Mexico: Informe preparado por FAO a solicitud de la Coordinación Nacional de la Presidencia Pro Témpore de México ante la CELAC.
  • Delgado. (2020). La COVID-19 en el Peru: Una pequeña tecnocracia, enfrentandose a las consecuencias de la desigualdad. Publicaciones de Analisis Carolina, 1-16.
  • Dumani. (2007). Agricultura organica y seguridad alimentaria y nutricional. Universidad de Costa Rica, 1-10.
  • FAO. (2017). El futuro de la alimentacion y la agricultura. Tendencias y Desafios. Roma: Publicaciones de la FAO.
  • FAO. (2017). FAO y los ODS. Indicadores: Seguimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Roma: Publicacion de la FAO.
  • FAO et al. (2019). El estado de la seguridad alimentaria y la nutricion en el mundo 2019. Protegerse frente a la desaceleracion y el debilitamiento de la economia. Roma: Publicaciones de la FAO.
  • FAO y UNITED-OHRLLS. (2017). Programa de accion mundial sobre seguridad alimentaria y nutricion en los pequeños Estados insulares en desarrollo. Roma: Publicaciones de la FAO.
  • Gonzalez et al. (2020). Efecto economico parcial del Covit19 y sus resultados en Cmaguey. Scielo, 1-22.
  • HLPE. (2017). La nutricion y los sistemas alimentarios. Un informe del grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutricion del Comite de Seguridad Alimentaria Mundial. Roma: Publicaciones de HLPE.
  • IPES-FOOD. (2020). El COVIT-19 y la crisis en los sistemas alimentarios: Sintomas, causas y posibles soluciones. Publicacion y comunicado del Panel Internacional de Expertos, 1-12.
  • ONU. (2015). La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una oportunidad para América Latina y el Caribe. Santiago: LC/G.2681-P/Rev.3.
  • ONU y FAO. (1996). Cumbre Mundial sobre la Alimentacion. Roma: Publicaciones de la FAO.

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