Por Nataly Carmen Vilca Alcántara, estudiante de economía de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Conforme los días de confinamiento se fueron haciendo más largos y la realidad actual es contraria a la antes comúnmente vivida, salvo algunos departamentos, es necesario tanto para los pequeños comerciantes así como para las grandes empresas tener conocimiento de la situación económica y el comportamiento de los consumidores, dado que la coyuntura actual y el impacto que tuvo el estar en confinamiento cambió totalmente las prioridades de consumo. No podemos analizar a todos los consumidores en un mismo conjunto dado que la principal diferencia es la situación financiera en la que se encuentren, para ello tenemos los datos presentados por Ipsos en el cual nos detalla cómo está distribuida la población peruana por grupos de familias según los niveles socioeconómicos (NSE) presentados a continuación.
Como se puede apreciar en la tabla anterior, existen 5 niveles socioeconómicos presentes que componen al país, estos presentan una relación indirecta dado que a medida que el ingreso promedio aumenta, el gasto mensual en números también aumenta, sin embargo, reflejado en porcentaje del ingreso promedio, el gasto mensual disminuye. Esto sucede debido a que la restricción presupuestaria de los niveles socioeconómicos D y E se basan en un mayor gasto del porcentaje de su ingreso promedio en la canasta básica familiar, la cual está compuesta por cubrir necesidades primarias como la alimentación, salud y educación de las familias.
Los grupos de personas que pertenecen a los niveles A, B y C generalmente no solo cubren sus gastos en la canasta básica familiar, sino también en otros productos de que no son considerados en las necesidades primarias además de consumir en mayores volúmenes a diferencia de los dos últimos grupos.
Aquí es importante analizar la principal diferencia de estos grupos dado que, independientemente de la enfermedad, el encierro fue de diferente impacto para todos los grupos basándonos únicamente en sus capacidades financieras. Es de conocimiento total ver diariamente grupos de personas que no pueden respetar el estado de emergencia debido a que sus ingresos no les alcanza para cubrir la canasta básica y poder subsistir, esto debido a que no cuentan con un trabajo “seguro” ni con una bolsa de ahorros que les ayude a resistir dentro de sus casas por más de 1 mes. Podemos asociar a estas personas al grupo D y E las cuales, como expresamos anteriormente, priorizan su porcentaje de ingreso en cubrir el consumo de su canasta básica familiar.
Es importante saber que este sector, D y E, por el momento, no consideran primordial el consumo de otros bienes y/o servicios que no resulten necesarios frente a la coyuntura actual, por lo cual los nuevos métodos de ventas de las empresas o pequeños comerciantes en otros rubros diferentes a la alimentación y salud, no necesariamente estarán enfocados en dichos grupos.
El comportamiento de los consumidores durante el confinamiento presenta grandes cambios basados en las diferencias socioeconómicas, concientización ambiental y el avance tecnológico. En otras palabras, el consumidor, ahora está financieramente limitado y ello lo hace más consciente al momento de querer adquirir algún producto, sin embargo existen diferentes consumidores como resultado de esta pandemia radicando algunos de ellos en sólo categorías como salud y cuidado, deporte o entretenimiento.
Por lo cual como una solución inmediata para satisfacer las necesidades de los consumidores es el comercio online, el cual viene creciendo desde mucho antes de esta pandemia, en cifras, en el 2019 se reflejó un crecimiento de 5% en comparación del 2009 según informa la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece), en la actualidad debido al aislamiento y la emergencia sanitaria, en el mes de Junio con referencia al mes de mayo, ésta cifra aumentaría entre un 50% y 80%, esto lo indicó el líder del Área de Tecnologías de la Información y Comercio Electrónico de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Jaime Montenegro.
“El inicio de la Fase 1 de la reactivación económica promovida por el Gobierno, así como la Campaña Cyber Days promovida por la CCL, impactaron muy fuerte y de forma positiva en el comercio electrónico, convirtiéndose en una de las actividades clave en este nuevo contexto”, explicó Montenegro.
Además señaló las principales características de consumo de los pobladores peruanos que están siendo demandadas en mayor proporción, las cuales están clasificadas en categorías de supermercado, tecnología, insumos para hogar, moda y calzado, deportes, servicios financieros y educación (cursos online), pues estas son las categorías que los consumidores, en mayor proporción de los grupos NSE A, B y C, buscan satisfacer en su vida diaria desde la comodidad de su hogar.
A manera de conclusión, los grupos de consumidores están clasificados desde siempre por sus capacidades financieras, sin embargo dada la coyuntura actual por la que estamos atravesando, el comportamiento de los consumidores se basa también priorizando temas de salubridad, impacto ambiental y le están dando mayor importancia a los avances tecnológicos, además de simplificar la interacción consumidor – vendedor a través de los medios online. El confinamiento no solo afectó la interacción regular entre las personas en la vida cotidiana, sino que generalizó el comportamiento del consumidor basándose solo en estadísticas señaladas a través de páginas web que indican qué es y cuánto es lo que desean consumir, más allá de examinar la naturaleza humana radicada en la interacción intrapersonal.