Control de precios: ¿es eficiente o no?

Fotografía: Imagen de Steve Buissinne en Pixabay

Por Ana María Narváez, estudiante de economía y finanzas de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas - UPC.

“El control de los precios implica que no puede cobrarse más que un precio máximo pre-establecido. Si este se encuentra por debajo del nivel de equilibrio determinado por la oferta y la demanda, se produce la reducción de la cantidad ofrecida y el aumento de la cantidad demandada. Se crea así un “exceso de demanda” (Kafka, 1997, p. 657). Muchos países y gobiernos han intentado controlar los precios de distintos productos o servicios, pero… ¿realmente funciona?

Cuando el sistema de precios es libre, son la oferta y la demanda los encargados de pactar el precio, lo que garantiza un reparto eficiente de los recursos escasos. Sin embargo, algunos creen que mientras mayor sea la intervención del Estado en el control de precios, el beneficio debido a la disminución en el precio de los productos será mayor. Por ejemplo, imaginemos que el precio de un tarro de leche de una marca desconocida cueste S/5; sin embargo, la población lo considera muy caro, lo que hace que las autoridades bajen el precio a S/.2.

Como consumidores, produciría satisfacción el poder acceder con mayor facilidad a este producto al haber bajado el precio. Sin embargo, como productores, al ver que el Gobierno disminuye el precio de su producto, no nos convendría mantener el mismo nivel de producción o aumentarlo ya que no se obtendrían ganancias a ese nivel de precios. Al fijar precios máximos por debajo de los que estamos dispuestos a pagar como consumidores, se crea un estímulo artificial de la demanda. Pero, frente a la disminución en la oferta, se originará una escasez y desabastecimiento de productos. 

Con lo que se presentaría una ineficiencia económica, puesto que se estaría retirando una cantidad de bienes que eran transados anteriormente por un grupo de consumidores, los cuales se verán perjudicados al no poder adquirirlos más. Por lo tanto, de nada serviría que el precio disminuya para incrementar la cantidad demandada si es que no hay el nivel de producción necesario.

Un aumento de la demanda ocasiona un alza en los precios; para que estos bajen, la solución es el aumento de la oferta. Así como, el caso de las mascarillas y/o el alcohol. Al inicio de la cuarentena, estos productos eran sumamente escasos. Por lo tanto, se originó un aumento en su precio que permitió que muchas personas opten por vender dichos productos. Actualmente, existe más oferta, lo cual ha generado que el precio se reduzca.

El control de precios conlleva a la creación de un mercado negro, donde los ciudadanos pueden adquirir determinado producto escaso; sin embargo, pagan una tarifa mayor a la oficial. Por ejemplo, en el caso del tarro de leche, se terminaría pagando más de S/.5 la unidad. La década de los ochenta fue el mejor ejemplo de lo dañino que es el control de precios y cómo los mercados negros hacen que compremos a precios muy altos. Aprendamos a no repetir la misma historia.

Referencias

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